viernes, 4 de febrero de 2011

El eclecticismo de Alice Cooper

Desde el momento en que se cambió el nombre, sabíamos que Vincent Furnier, alias Alice Cooper, era un inconforme con las cosas estáticas y para nada variables. Cumple hoy 4 de febrero, 63 años al mando de lo macabro, ícono de la vanguardia heavy, glam, dark, y subgéneros más.


La banda que lleva su nombre inicia en la importante década de los 60's, (1964 para ser exactos) mezclando el  glam rock con el garage rock y el heavy metal, pesada mezcla de sonidos para patearte el trasero y si escuchar esta detonante mezcla de sonidos no fuera suficiente, su puesta en escena te dejaría convencido de que no era la banda que tus padres quisieran que escuches. Se les considera una de las bandas precursoras del shock rock, subgénero que se caracteriza por montar una puesta en escena mientras se toca música rock, otra banda que también haría uso de esta maniobra serían los Black Sabbath.

Los miembros de Alice Cooper usarían todos el cabello largo, símbolo del glam metal, que sirvió luego de inspiración para bandas como Motley Crue, Twisted Sister y hasta Iron Maiden; abundante maquillaje  principalmente en los ojos (Marilyn Manson, KISS, White Zombie); letras totalmente inquietantes para la época y shock rock del más agresivo, entre los que cuentan actos en la guillotina, ejecuciones en sillas eléctricas, bebés cortados por un hacha, y la mítica serpiente siempre presente. Pero a pesar de todo este material sacado del inframundo, Cooper interpretaba el glam con una cierta dosis de sofisticación, influyendo luego para otros grandes artistas como serían David Bowie y Peter Gabriel, mientras que la idea mainstream del shock rock tuvo sus orígenes en el talentoso guitarrista Frank Zappa, mentor de la banda, de quien se dice les aconsejaría incorporar elementos extravagantes en sus performances. Alice Cooper banda en agradecimiento introduciría el rock progresivo dentro de sus creaciones, al menos durante sus años clásicos.


La etapa clásica de Alice Cooper (band) inicia con el álbum "Love it to death", del cual sacamos el clasicazo "I'm eighteen" "I'm eighteen and i don't know what i want/ I'm eighteen, i just don't know what i want/ i'm eighteen i gotta get away, well i gotta get out of this place, i'll go running in outta space". Tres albumes buenos más donde su sonido se prefecciona y se mezcla el rock n roll con el hard rock y la eterna constante de rock progresivo, convirtiéndose así en álbumes de corte conceptual para terminar con "Muscle of love" en 1973, con un sonido más comercial, lo que termina por disolver a la banda dejando a Alice Cooper y su incursión como solista. 

Imposible ver este video y no ver la manera en que ha influenciado en la música actual

"Welcome to my nightmare": Alice Cooper es solista

La etapa solista de Alice Cooper ciertamente lo dota de más libertad para el proceso creativo de cada álbum y no decepciona con su primer trabajo "Welcome to my nightmare" , cuidadosamente arreglado, con más presente psicodelia (ya que hablamos de 1975)  y que contiene canciones como "Black widow" donde participa Vincent Price:


Luego de ese álbum, Cooper se convierte en un ecléctico mezclando todos los géneros anteriores para satisfacción de creatividad, pero para la crítica ningún album posterior logró superar al primogénito, a pesar de incluir géneros nuevos como serían el wave y pop surreal. Ya en los años 80's Cooper se dedicaría solamente al heavy metal, género que lo hizo popular, acomodándose al glam cuando era necesario, pero a inicios de los 90's el glam ya había muerto.


Pero Alice es un superviviente y en 1994 lanza "The last temptation", regresando al album conceptual, donde se incluye el tema "Lost in America". Le seguirían "Brutal planet" y "Dragon town"  con un sonido más duro aproximándose casi al metal industrial de esa época, para aprovechar lo que ese sonido le ofrecía por el momento. No contento con probar de todo, decide regresar a sus orígenes y recluta todo un arsenal de jóvenes músicos que gustaran de la época de Alice Cooper band dispuestos a hacer música que generara nostalgia en las nuevas generaciones. De todas maneras, Cooper se encarga de no sonar anticuado.


¡Feliz onomástico Sr. Cooper y larga vida al eclectic rock!

miércoles, 2 de febrero de 2011

Películas para ver en la bañera

Tengo un cierto amor por las bañeras, de niña solía bañarme en la bañera de mi abuela, ya que nosotros en casa teníamos ducha, y me parecía mucho más relajante echarse para disfrutar de un buen baño y dejar volar la imaginación. Pero, ¿Qué sucede cuando este lugar de relajación e intimidad se ve profanado por el miedo y el terror? El cine, en especial el de terror, a lo largo de su historia ha sabido buscar más lugares donde ambientarse, y el baño no ha sido nunca el mejor lugar donde esconderse, y por ser precisamente el lugar de la casa donde nos encontramos en solitario, es donde los personajes se han llevado no más gratas sorpresas.

3. Pesadilla en Elm Street- Wes Craven (1984)


Chabacanamente recordada por la gente por el personaje de Freddy Krueger, tengo que darles la razón, no sólo porque él es el asesino/protagonista en cuestión, sino porque Freddy es todo un ídolo del género slasher, uno de los pocos asesinos seriales a quienes se les dota de locución en la pantalla grande, o sino recordemos al mudo Jason Voorhees (Viernes 13), o al inmutable Michael Myers (Halloween) , a Leatherface (Masacre en Texas), etc. Freddy Krueger es la encarnación de la picardía en un asesino, a mi personalmente los asesinos mudos me aburren, pero Krueger tiene unos diálogos de lo más terrorífico hasta lo más sarcástico, que valen en cada momento cada palabra que pronuncia.

Pesadilla no es una película cuya eterna locación sea la bañera, pero tiene una de las escenas más enblemáticas en una bañera del cine de terror. Y está de más mencionar, que esta película tiene peso doble por no solo profanar el acto del baño, sino también por profanar el ámbito de los sueños, espacio donde aun nos creíamos salvos. Pesadilla, fue la primera película donde la salvación no era dejar de mirar y dormirnos, fue la película que nos mantenía alertas, cuidándonos de no dormir, mientras unas niñas saltando la cuerda nos cantaban la canción para ir a la cama. Adiós a los dulces momentos que pasaste con tu cama, teme a la vigilia, pues lo que sucede en sueños, sucede también en la vida real, y nunca cierres los ojos pues podrías quedarte dormido.

2. El resplandor- Stanley Kubrick (1980)


El resplandor es una película que ciertamente se da ámbito en un baño, no durante toda la película, pero tiene importantes tomas allí. Por ejemplo, el momento en que Jack Torrance reconoce al antiguo empleado del hotel Overlook, aquel que asesinó a su esposa e hijas, pero éste termina indicándole que la historia ya no es esa, y que la historia ahora es un círculo vicioso donde el asesino es otro. (No puedo decirlo de otra manera sino voy a desarticular la película por completo)


Está también esta escena del baño, donde Jack ingresa llamado por la seducción, una mujer bella, desnuda, limpia, pues acaba de bañarse y cuando Jack decide entregarse a ésta dándole un beso es cuando ella muestra su verdadera cara, la de una mujer muerta y putrefacta que termina por ahuyentarlo pero lo empuja hacia la acción, como en el fotograma anterior con el mayordomo, estos personajes que aparecen ante Jack en el cuarto del baño parecen impulsarlo.


El baño dentro del hotel Hoverlook es algo más que un mero tributo a la película siguiente:

1. Psicosis- Alfred Hitchcock (1960)


Psicosis, del maestro del suspenso Alfred Hitchcock es la película por excelencia para ver en la bañera, a pesar de que tampoco toda la película no se centra allí, nunca olvidaremos la hasta ahora parodiada y rendida en tributo escena de la ducha de Marion Crane a manos del asesin@ Bates. Si bien Hitchcock ha buscado con constancia en toda su filmografía maneras sustanciales y novedosas donde incurrir con el miedo y sobretodo con el suspenso, porque éste último difiere del miedo, es con Psicosis, la cinta no sólo con la cual va a obtener múltiple reconocimiento de Hollywood y de la prensa, sino también del público espectador adepto al género de terror, y más aun porque incursiona con un prematuro género slasher (de los que se valdrían posteriormente películas como Pesadilla, Viernes 13 y Halloween).

Es curioso como Hitchcock cierra la trilogía (aunque más bien le da inicio) no dejando espacios en blanco para la paz en el momento del baño. Marion Crane, la mujer asesinada, decide tomarse un baño como el resto de mortales después de haber cometido un acto sucio, repudiable, digno de mancha, para limpiarse y purificarse del "pecado". Después de ello, de un momento consigo misma, sola, bajo el ruido del agua cayendo y sus pensamientos, será un nuevo momento para trazarse una decisión con la cual retomará su vida, pero no le es permitido, porque para Hitchcock en esta película, aunque basada en la obra de Robert Bloch, su oportunidad se ve atacada por otros factores externos, como la vida misma, dejándonos así a la expectativa que no hay un último lugar para ser santos y que el arrepentimiento antes de la acción a veces está de más.

"Dirty enough to take a bath?"