martes, 22 de abril de 2014

22.04.2014

Vaya, han pasado casi tres años sin redactar. La verdad te he visto, te he leído, y sobretodo te he sentido. 
Me has acompañado en mi melancolía, cuando dudé sobre mi misma, y cuando incluso llegué a admitir que eras obsoleto. La única y verdadera realidad de todo esto, era sentir la pura y más bella necesidad de comunicarme, de dejar mi mundo aislado y mi no tan celebrado ni comentado "autismo"

Hoy, citaré un día importante: porque hoy me levanté tarde debido a que soñé mucho y a que soñé contigo, aunque no eras tu, fuiste quien siempre quise que seas y allí descubrí que siempre te quise como eras y que ahora espero no hayas cambiado. Irónico, ¿no? Quizá por eso estuviste el primer día del año. O quizá solo elaboro teorías como me encanta hacer todavía.

Hoy, mi jefe me dictaba las palabras y mientras mis manos digitaban, las yemas de los dedos notaron que esas teclas no eran las mismas. Me consentiré un poco nerd al decir que es una sensación parecida a tocar tetas nuevas. La verdad no lo sé, solo he manoseado las mías. Pero volver a sentir el teclado obedeciendo la sintonía de la voz en mi cabeza dictándome qué escribir ha sido casi celestial. 

Vivo un contexto distinto, ¡vamos, han pasado 3 años!, período exacto en el cual descubrí que el amor es todo aquello que no experimenté y que no supe expresar, que amo mucho a mis padres pero que no regresaría con ellos, estoy aprendiendo a desprenderme de las personas y de acercarme a algunas otras, a ser madre de un perro a quien adoro y a quien me duele ignorar con la única finalidad de volverlo fuerte, independizarme en general, vivir experiencias sin miedo a lo desconocido, a atreverme a ser atrevida con la vida, a disfrutar cada uno de mis tiempos, a dar las gracias por todo y a reconocer mis errores. A soñar más de la cuenta como hoy que me quedé dormida. 

He caído en cuenta que muchas personas desesperamos por hacer de todo, pero no empezamos por ninguna. Así que antes de perder el aliento por tratar de abarcar tanto pero apretar tan poco, hincharé mis pulmones con gracia y tomaré el aire necesario para hacer todo de manera tan pausada que logre disfrutarlo tanto.

Y esto es sólo el comienzo.

Chiclayo, 22 de Abril del 2014.
06:25 p.m.